Modelo de trabajo
Resiliencia
“No son los/las más fuertes de la especie los/las que sobreviven, ni los/las más inteligentes. Sobreviven los/las más flexibles y adaptables a los cambios.”
Charles Darwin
La resiliencia personal es la capacidad de los seres humanos para adaptarse a situaciones adversas y superarlas. No sólo depende de factores individuales, sino también de factores familiares, comunitarios y culturales. No se trata de una calidad estática ni inmutable, es un proceso dinámico y cambiante, que se manifiesta frente a determinadas exigencias externas o internas.
La resiliencia familiar se define como un conjunto de procesos de reorganización de significados y comportamientos que activa una familia sometida a estrés para recuperar y mantener niveles óptimos de funcionamiento y bienestar, equilibrando sus recursos y necesidades familiares (Gómez y Kotliarenco, 2010). La resiliencia no se concibe sólo como una capacidad personal de protección, sino como un engranaje relacional y ecosistémico que permite encontrar oportunidades en las que podría haber deterioro o estancamiento.
Desde este enfoque, se plantea que existen factores de protección que funcionan como un escudo para mantener la salud relacional bajo condiciones de estrés. Las investigaciones sobre resiliencia demuestran el papel central de la familia en la protección psicológica del niño/a frente a las experiencias traumáticas.
Este concepto es uno de los ejes centrales, en todas las modalidades de acción educativa, social y psicoterapéutica, en EDUVIC · Famílies. Está presente en todas las acciones de promoción del bienestar emocional, tanto en las intervenciones destinadas a la reparación terapéutica del sufrimiento emocional, como en las intervenciones destinadas al
acompañamiento de las competencias parentales/marentales.